La vela apagada

Cuentan que una vez, había un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto.

Desde la muerte y por años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.

Entonces una noche tuvo un sueño.

El estaba en el cielo observando un desfile de muchos chicos vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos.

El notó, sin embargo, que la vela de un angelito no estaba encendida. Entonces se dio cuenta de que el angelito con la vela apagada era su propio hijo. Avanzando hacia el, lo tomó en sus brazos, lo acarició tiernamente y le preguntó:

-¿Por qué tu vela es la única que no está encendida? ¿No encienden tu vela como a los demás?

– Si papá, la encienden cada mañana pero cada noche tú apagas la mía con tus lagrimas.

11 Comments

  1. Hola Elisa creo que tu dolor estan grande como el mio yo hace casi tres meses que perdi a mi hijo, y la verdad creo que si que el esta en un lugar hermoso en el cual cuando Dios decida me reunire con él no pierdas la fe Dios y tu hijita pronto te enviaran sus señales.

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