Colaboración de transcripción: Silvia Dobler y Celeste Corrales Colaboración Videos: Gustavo Emeri
En esta emisión Número 22, padres con distinto tiempo cada uno en los grupos de trabajo, hacen preguntas que contesta Gustavo Berti (iniciador junto a Alicia Schneider Berti de RENACER)
Gerardo García, RENACER Córdoba Centro: ¿Cómo hacer para que las reuniones no sean monótonas, sean dinámicas y los padres no dejen de asistir?
Gustavo Berti:
Si tomamos al sufrimiento como algo universal y la respuesta como algo individual, esa manera de expresarse ante el sufrimiento tiene que ser enriquecedora para todo el grupo y va a ser siempre distinta.
En la medida si leemos, porque los libros están ahí para ser leídos, uno lee un libro y es como abrir una ventana nueva en la casa, es una nueva visión del mundo. Y si leo cincuenta libros, tengo la casa con cincuenta ventanas, veo todo el mundo y lo que el mundo me ofrece. Y aprendo, y traigo cosas nuevas al grupo. Eso depende de ustedes.
Si la lectura es difícil por la razón que sea, la otra manera de preguntarse es: Si voy al grupo para ayudar a otro papá, entonces sigo yendo, no importa cuán aburrido sea, porque a alguien puedo ayudar. Si voy para aprender, bueno, alguien tendrá algo que decirme, aunque lo repitan. Un padre puede decir 20 veces lo mismo en distintas reuniones y de pronto un día ese otro padre dice: “Caramba esto me hizo bien pero: si lo venía escuchando hace tiempo y hoy me hizo bien, antes no, por qué? No lo sé”. Hay magia en el grupo también, hay cosas que no son palpables, cuando nos toque morir nos van a preguntar. Estoy convencido de esto y no soy el único, lo leído de muchos autores, una sola pregunta nos van a hacer: “¿Cuánto empeño has puesto en enfrentar lo que te tocó vivir?”.
Entonces, hay mil maneras de ver al grupo, tómenlo en la manera que cada uno quiera, si uno va y se aburre, ese grupo no es para usted. Si usted va a dar, cualquier grupo es para usted.