
Nos dice Viktor Frankl: “Si se quiere definir al hombre, habría que definirlo como el ser que hasta puede liberarse de aquello que lo determina.”
La muerte de un hijo debe servir como una plataforma de despegue, como una plataforma de despegue espiritual, una plataforma donde asentarnos, para crecer y ser personas distintas.
Nada hace al hombre más capaz de superar su sufrimiento, como la experiencia vivida de tener una misión especial en esta vida.
Estos caminos confluyen en uno solo, como quizás en ninguna otra ocasión en la vida: el ser sufriente a quién ayudar se vuelve la tarea a cumplir.
Después, a nivel individual, al despertar en cada uno a la solidaridad, vendrán otras ayudas, la que se dispensa a todo ser que, afectado por la adversidad, sufre como ser humano.
Pero, la Esencia de RENACER no se agota en la ayuda a un hermano que sufre, sino que empieza por la ayuda a un hermano que sufre… se ahonda en la ayuda a un hermano que sufre… y también termina allí.
Pero no se agota en la ayuda a un hermano que sufre, sino que en el camino, la Esencia de RENACER implica un cauce, implica el funcionamiento del grupo, implica una tarea dentro de cada grupo, implica una transformación interior, implica una actitud, implica una conducta; implica descubrir, implica comprender, implica una filosofía, implica despertar a la espiritualidad… y más responsabilidad, libertad para elegir, un imperativo ético, una revolución cultural, una actitud moral, considerar a las emociones y sentimientos la parte reducida del ser humano, considerar al sufrimiento como un fenómeno patrimonio de la humanidad.
Comprobar que el dolor no es para siempre, un desafío, una segunda oportunidad, respetar las creencias… y más. Y tantas otras cosas que se van grabando en la mente y penetran en la conciencia de cada uno como el agua mansa que fertiliza los campos, en razón de escucharlo una y mil veces, hasta que un día uno despierta a que ésa es la realidad de la vida, como tan claramente fue dicho en Huerta Grande 2008; “Encontrar sentido a esta tragedia; y cuando se le encuentra sentido, lo más maravilloso de esto es que nuestros hijos no se van en vano, es que su partida no es estéril, es que este sufrimiento es germen, es tierra fértil en este corazón, para que crezcan nuevas raíces, una nueva planta. Planto un nuevo árbol cuyas ramas lleguen al cielo.”
Se abre así, una puerta para reflexionar sobre cada uno de estos aspectos de “Lo que implica la Esencia de RENACER”, en base al mensaje de RENACER integrado a través de los conceptos vertidos en más de 34 años transcurridos de su historia.”
Alicia Schneider – Gustavo Berti