Prefacio de Páginas sin punto final…

PREFACIO

Desde el día que escuchamos las palabras de Alicia y Gustavo Berti, en Huerta Grande 2008, diciendo: “Es necesario que conozcamos la Esencia de Renacer y nos mantengamos dentro de ella porque si no, los grupos se van a dispersar, vamos a tener dificultades y el mensaje se va a perder”, ha revoloteado en nuestras mentes el compromiso que esas palabras implican para todos nosotros.

A partir de entonces, casi febrilmente, empezamos a recopilar dentro de los conceptos vertidos por Alicia y Gustavo Berti, aquellos que tuvieran afinidad con lo que implica la Esencia de Renacer.

Así, llenamos desordenadamente, páginas más páginas en el computador, casi mil, sin saber qué hacer con ellas, que pugnaban por salir a la luz.

En tal situación, Juan Francolino nos comenta que con motivo de cumplir, en el mes de setiembre pasado, el primer aniversario de la creación de Renacer Lanús, también rondaba en sus mentes la idea de tratar el tema de la Esencia de Renacer, removiendo en nosotros la presencia de aquellas páginas, lo cual renueva hoy a la distancia, nuestro sentimiento de gratitud hacia Juan, Ricardo, Beatriz y demás integrantes de Renacer Lanús.

Entonces recordamos las palabras de Rainer Ma. Rilke cuando dice:
“Para que una cosa te hable, tienes que tomarla durante cierto tiempo como la única que existe; como la sola apariencia que a través de tu amor tenaz y explosivo se halla emplazada en el centro del universo y que ese día y en ese sitio incomparable, es ofrecida por los ángeles.”

Y aquellas páginas, salieron de su letargo y empezaron a cobrar vida, reclamándonos ver la luz. Pero ¿qué hacer con ellas?

Siempre pensábamos que para que no se pierdan los conceptos vertidos durante más de 21 años, por los creadores de Renacer, Alicia y Gustavo Berti, sobre la Esencia de Renacer, dispersos en charlas, encuentros, comunicaciones y publicaciones, un día habrían de ser reunidos, para que la posteridad los pueda recibir y permita su consulta a través del tiempo.

De todo esto nació la idea de recopilar todo aquello que se refiere a lo que implica la Esencia de Renacer, en una especie de exégesis, pero ¿cómo hacer para no quebrantar el principio básico de no encasillar y sistematizar lo que es Renacer, dando forma a aquello que no la tiene? ¿Cómo evitar la pérdida de las infinitas posibilidades en el altar de la forma?

Y, a su vez, ¿Cómo escapar a las formas sin que operen frenando el impulso inicial?

Pensamos que deberíamos manejar el concepto referido en la anécdota de Miguel Ángel cuando creó el Moisés, en cuanto a que “crear significa que aflore a la vida algo que ya está en ella. Algo que está latente, esperando ser descubierto”.


Quienes vengan después, serán creadores que sigan descubriendo, en la Esencia de Renacer, aquello que hoy sigue latente para nosotros, esperando sea descubierto por ellos, concepto contenido en un e-mail recibido de Alicia y Gustavo, cuando le planteamos estos temas, que decía: “A veces, nos preguntamos si el futuro de Renacer no estará en una especie de sincretismo donde el pensamiento oriental no pueda estar ausente, pero no creo que lleguemos a ver ese momento.

Creemos que sería importante que se alentara a los grupos a evaluar el mensaje desde un punto de vista más conceptual y no meramente emocional y afectivo.”

Entonces, pensando y pensando… recordamos la expresión de Víctor Frankl que dice que la vida no es un pergamino que debe ser leído, sino un libro que espera ser escrito y llegamos, entonces, a la conclusión que a este trabajo podríamos llamarlo:

“PÁGINAS SIN PUNTO FINAL…
PARA UN LIBRO SIN PUNTO FINAL…”

Donde la expresión “Sin punto final…” ha de entenderse que soslaya el inconveniente planteado.

Pero luego, ¿Cómo escapar a la estructuración?

Todo lo escrito tiene una estructura… entonces, vienen a nuestra mente las palabras de Gustavo Berti diciendo: “Yo tengo ideas muy particulares con respecto a algunas cosas que nos toca vivir, pero trabajo y trabajamos con el afán de hasta donde podemos llegar juntos, porque, aun sin estructura, tiene que haber, por lo menos, un lenguaje común.”

Entonces, será ese lenguaje común lo que primará en este trabajo, respetando el lenguaje tal cual lo han expresado los creadores de Renacer, usando sus mismas palabras con las mínimas adaptaciones posibles del lenguaje oral al lenguaje escrito y adaptadas a la estructura de cada frase, sólo cuando corresponda.

Ésa es la fuente de estas páginas sin punto final, señaladas entre “comilla”, en las que, luego de un minucioso análisis se incluyen repeticiones y también un mismo concepto expresado de una manera distinta. Esto responde al adagio atribuido a los romanos: “repetir ayuda”, coincidente con la expresión de Heráclito hace más de dos mil quinientos años:

«Nunca nos podemos bañar dos veces en el mismo río.», significando que la vida fluye constantemente y cada uno de nosotros no somos los mismos.

Finalmente, nos asaltó la duda si el orden, en que aquello que implica la Esencia de Renacer fuera expresado, no es en sí mismo, una forma de estructuración a partir de la forma de pensar de quien establece dicho orden.

Fue, entonces, la naturaleza la que nos inspiró la solución.

¿Acaso las hojas de los árboles, cayendo a la tierra en el otoño, tienen un orden preestablecido? ¿Fertiliza más la tierra aquella que cae primero que la última en caer?

Pues bien, también estas “Páginas sin punto final… para un libro sin punto final…”, caerán desordenadas, como lo hacen las hojas de los árboles, salvo las primeras páginas que intentan la ubicación, en el contexto general, de lo que Implica la Esencia de Renacer y la última página, que contiene una expresión atribuida a Santa Teresa, que, como aquella ultima hoja de un árbol que no queriendo caer, permanece desafiando al invierno y perdurará… perdurará… perdurará… de la misma manera que perdurará, por siempre en nuestra conciencia, el amor a nuestros hijos.



Conde Enrique,”Páginas sin punto final para un libro sin punto final“, Montevideo, 2010

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