Vivir el presente…

Pasamos gran parte de nuestra vida entre el pasado y el futuro, perdiéndonos lo único que realmente tenemos: “el presente”. De hecho, llenamos el presente con culpas y remordimientos provenientes del pasado, a los cuales les añadimos la incertidumbre y las preocupaciones del futuro, por lo que no es extraño que este peligroso cóctel molotov termine generando grandes dosis de angustia, ansiedad e insatisfacción.

Para vivir el momento presente tenemos que estar dispuestos también a experimentar y sentir ese dolor emocional, a enfrentarnos a él y a aprender a gestionarlo.

Es ahora que podemos elegir cómo sentirnos, cómo pensar, y cómo actuar.

El presente es lo que existe y, como ente existente que es, podemos controlarlo.

Vivir el ahora no es que sea cosa sencilla. Requiere de un aprendizaje progresivo, generando el hábito de centrarse en el ahora, enfocándonos en lo que estamos viviendo, evitando que nuestra mente se quede dispersa y tenga demasiadas tentaciones pensando en todo tipo de pensamientos que le llevan a malas experiencias pasadas y preocupaciones sobre el porvenir.

Si piensas que este es solo un día más en tu vida, te equivocas. No es solo otro día, es el único día que se te ha otorgado, el hoy. La vida te lo ha permitido, es un regalo, es todo lo que tienes aquí y ahora. Y la única respuesta apropiada a ese regalo es disfrutarlo, agradecerlo. En una palabra, vivir el presente.

Es necesario que aprendamos a vivir en el presente y a construir la felicidad en base a lo que nos rodea. Es necesario que aprendamos a vivir en el presente y a construir la felicidad en base a lo que nos rodea. Toma consciencia del tiempo presente y del no retorno de cada segundo.

          Al final, lo único que te llevarás es lo que hayas vivido. Elige a partir de ahora vivir lo que te quieres llevar. Si estoy “atenta”, presente en el momento, se revela con una profundidad cada vez mayor. Parece que los colores cobran vida, y el juego de luces y sombras desvela un mundo que está más allá de la esfera sólida en que vivimos.

“Cada día me levanto y puedo elegir lo que  voy a hacer de mi vida, soy yo quien voy a proponerme llorar, o voy a levantarme con deseos de hacer algo en su homenaje que no sean las lágrimas.” –

Alicia Schneider y Gustavo Berti.

Colaboración: Griselda Sisterna, mamá de Tobías (RENACER San Juan) y Pilar Tavarone, mamá de Daniel (RENACER Córdoba Centro)

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